09 mayo 2013

¿Y mi viaje a África?

Algo que nadie logra explicarse a pesar de los numerosos estudios sociológicos realizados a la fecha, es la existencia de ese alguien en cada grupo de amigos que, sin querer queriendo ha asumido la responsabilidad de hacer siempre preguntas incómodas.


Puede ser alto, bajo, con lentes, sin lentes, gordo, flaco, hipster, yupi, hippie, hippie high; no importa su look, no trates de identificarlo por su apariencia. Porque nadie sabe cómo ni por qué, pero a donde vayas, ya sea Ilo o Helsinki siempre encontrarás a este tipo de amigo. Te darás cuenta que estás frente a él porque te hace preguntas que na-da-que-ver y además las hace delante de todo el mundo y prácticamente con un megáfono.

Como Wayne Arnold pues


 Las preguntas de nuestro buen amigo, como es de esperar, se  ajustan a la época que están viviendo. En el colegio te preguntó si ya te vino la regla, si ya supiste que tu amor platónico tiene enamorada o por qué es tan rojo ese grano que está en la punta de tu nariz. Cuando salen del colegio te pregunta cuánto puntaje te faltó para ingresar a la U. Cuando ingresas a la U te pregunta cuánto te falta para acabar y de qué piensas vivir.

Luego se calma un poco pero arremete con fuerza en la adultez para preguntar que cuándo planeas ser mamá. Entonces tienes varias salidas, puedes  empujarlo y que lo atropelle un carro pretender echarlo a la broma y decirle “sí, pronto, pero nunca contigo ja–ja ”, otra alternativa es sacar tu discurso feminista de tu billetera independiente que está dentro en tu bolso emancipado y recitarlo apasionadamente hasta que quede tan mareado que no quiera preguntar nada más en su vida o también puedes elaborar una respuesta socialmente correcta y decir algo como “Tal vez, pero más adelante”.


Cual sea tu salida, terminas por notar que la pregunta sigue rebotando en tu cabeza ¿Cuándo voy a ser mamá? ¿Tendré tiempo? Según mi plan operativo tengo mi calendario lleno de actividades para cambiar el mundo hasta año 2068  ¿A esa edad podré tener hijos todavía? ¿Y si mejor los tengo más joven? ¿Pero y mis maestrías y mis postgrados y mis diplomados y mis segundasespecialidades? ¿Y mis viajes a Europa y mis amores fugaces en Paris, en Roma y en Grecia? ¿Si tengo un hijo podré ser una gran conferencista que vaya por todo el mundo hablando sobre ese tema, que todavía no sé cuál es pero en el que seré LA experta? ¿Y las novelas que quiero publicar?  ¿Y mi viaje a África?!!!

  El baobab ,el árbol sagrado de África. 


Entonces… entonces: No sé. Se supone que aquí debería decir algo más o menos claro porque ya voy varios párrafos. Algo como una solución para esta disyuntiva de "ser o no ser" pero no sé qué escribir. Probaré diciendo con sinceridad que cuando miro  a las mamás que están a mi alrededor me asusto un poco-bastante.

Pero sigo mirando y las veo felices como quizás nunca antes lo han sido. Me sorprende ver como sacan  energías de no sé donde para darles lo mejor a sus bebes, pese a todos los inconvenientes que encuentran en el camino. Porque ser madre no es un don divino que cayó del cielo y con él que toda mujer nace o se siente cómoda. Ser mamá es un reto diario, un aprendizaje constante en él que la sociedad no ayuda mucho dicho sea de paso. No nacemos sabiendo ser buenas mamás ni con la fortaleza para serlo, eso se aprende en el camino y sé de buenas fuentes que no es nada fácil porque "hay muchas cositas de la maternidad que nadie las dice, pero que son una reverenda cosa de locos, al punto que da ganas de denunciar a la madre naturaleza". (Cito textualmente a mi hermana jaja)

Pero como sea y  a pesar de todo eso, las mamás que conozco juegan, leen cuentos, ríen, abrazan, organizan y además cumplen mil roles: son pareja, son mujeres, son hermanas, jefas, amigas, hijas, estudiantes. ¿Quién sabe si ser madre de repente es mucho más retador que otros planes? ¿Quizás lo mejor sea optar por ser la tía perfecta? ¿O tal vez no sea excluyente y se puedan cumplir todos los planes y también ser mamá?
No lo sé, la verdad falta mucho por vivir y dentro de unos años de tal vez tenga una respuesta más precisa. Mientras tanto lo que sí puedo afirmar con total seguridad es que admiro con todo mi corazón a mis hermanas, a mi mamá, a mi jefa, a mis primas, cuñadas,  tias, vecinas, a mis abuelas, amigas y a todas las mujeres que no conozco pero que luchan arduamente por ser mejores personas y mejores madres todos los días y en todo momento porque tienen la certeza que el amor y la dedicación harán que sus hijos sean el tipo de persona que este mundo necesita. Feliz día a todas esas muchachitas bellas y luchadoras ♥.



Yemaya  la madre de todos los hijos en la tierra , fuente de la vida, la fertilidad y la maternidad en la  religión Yoruva

07 mayo 2013

Poema de mi papá


Encontré un poema de mi papá entre mis cosas, el mejor hallazgo de estos dias.
Hay que darle un poquito de zoom para poderlo leer eso sí :)