que devuelvas el dinero que sacaste de la maleta del albañil
Sé que accediste y te fuiste feliz porque te pareció un buen
precio
Sé que tus ojos eran bonitos, grandes y brillantes
sé que lloraron mucho al perder el lapicero de oro
que regresaste una
y otra vez tratando de encontrarlo.
Sé que a menudo vuelves a buscarlo
que regresas en tus pasos
porque guardas la sensación de haber perdido algo.
Sé que tenías el mejor ponderado ,
Que te fuiste, que volviste, que pasó algo inesperado,
y te casaste, sé que no sabes porqué lo hiciste.
Sé que tuviste 3 hijos,que usabas faldas,
que cocinabas, horneabas y no descansabas ni un segundo
que postergaste sueños que te nacían del alma.
Sé que un día usaste por fin tu magia,
que convertiste en
pantalones las faldas
que enseñaste a leer
a otras mujeres y empezaste a cambiar el mundo.
Sé que con tu primer sueldo compraste una cama,
una muy grande, a la cual
el Don no podía entrar,
pero sé que de alguna forma lo hizo porque nacieron dos hijas más.
Sé que nos conocimos de una manera extraña,
que digamos, no
estaba muy planificada y lo escribo sabiendo que lo negarás
pero debes comprender que a mi eso no me molesta
y que más bien agradezco la casualidad.
Mamá sé que apenas puedo escribir 25 líneas sobre ti pero cada
vez que miro tus zapatos, que jamás volvieron a ser tacos, y tus
pantalones que no regresaron a faldas, tus ojos bonitos y brillantes
como el lapicero, tu cabello que antes
era negro y ahora se va poniendo gris, cuando
siento tus manos esas que enseñaron a muchas mujeres a leer y a escribir, cuando escucho tus pasos que no se detienen ni se detuvieron es cuando me sano y me curo, es cuando redescubro porqué estoy aquí.