25 abril 2013

7 años Sin Watanabe


Budismo, taoísmo, laconismo contemplativo y humor criollo. Esos eran los elementos que conjugaba José Watanabe, uno de los mejores poetas peruanos de la generación del 70.  El resultado : breves y bellísimas narraciones en las que todos no reconocemos




EL GUARDIÁN DE HIELO 
Por José Watanabe                                           
                                                                                     
Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huidos del fuego
de la zafra.
También coincidió el sol.
En esa situación cómo negarse a un favor llano:
el heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol...
El hielo empezó a derretirse
bajo mi sombra, tan desesperada
como inútil

           Diluyéndose
dibujaba seres esbeltos y primordiales
que sólo un instante tenían firmeza
de cristal de cuarzo
y enseguida eran formas puras
como de montaña o planeta
que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
Yo soy el guardían del hielo